La vajilla es un elemento imprescindible en la mesa, tanto a diario como en ocasiones especiales. Aunque existen gran variedad de materiales, las más habituales son de porcelana y de loza. Igual ocurre con los diseños y los tamaños. Las modas y los fabricantes han dado lugar a una libertad (dentro de unos límites) en cuanto a tamaños y diseños. Lo mejor será escoger, algún diseño clásico, válido para cualquier ocasión, pues se pasan menos de moda, y son más fáciles de combinar. Para diario o reuniones informales podemos contar con una vajilla de diseño más moderno y atrevido.
Los platos es un tema que se extiende más de lo que uno se puede llegar a imaginar.
Para empezar, todos y cada uno de los platos que vayamos a utilizar deberán ser de la misma vajilla, nunca mezclaremos dos vajillas diferentes. Esta regla merece una excepción, los platos de postre y de pan sí se permite que sean distintos.(esto es una norma a seguir en comidas formales)
Otra regla importante será la que nos dice que nunca deberemos utilizar un mismo plato para comer el primer y el segundo plato.
Los platos se colocan de la siguiente manera:
Porta platos: plato decorativo, que nunca se quita de la mesa y que tampoco se le da ninguna utilidad. Sólo se retirará una vez que vayamos a servir el postre.
Platos hondos: si hay sopa (o consomé, crema), deberemos colocar este plato encima del plato llano y una vez terminado el primer plato, se comprobará si el llano se ha ensuciado o no. En caso afirmativo, se cambiará el plato llano sucio por otro limpio.
Platos llanos: a uno o dos centímetros del borde de la mesa. Nunca poner un plato llano sobre otro plato llano. Será el segundo plato que se utilice.
Platos de pan: se colocarán a la izquierda del plato llano, a la altura de las copas.
Platos de postre: únicamente se colocan cuando los platos llanos se hayan retirado y se vaya a dar paso al postre.
Vi&Be
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