Los hombres de esta generación se cuidan mucho más que los de las de generaciones anteriores y además de dedicar tiempo a hacer deporte, incluso acude a centros de belleza para realizarse una limpieza de cara y además cuida su alimentación. Todo esto no significa que tenga que perder su aspecto más varonil.
Es importante cuidar la vestimenta pero sobre todo el aseo personal resulta fundamental. Unas uñas sucias o mal cortadas, un cabello mal peinado, una barba mal cuidada etc., destruirán ese buen efecto que un elegante traje haya podido causar.
Y si el físico se ha convertido en un arma muy poderosa en las relaciones personales y profesionales al poder atraer o alejar la atención sobre nosotros y nuestro mensaje, el aspecto que imprime la ropa que se vista al conjunto final no hace más que aumentar dicha atracción o rechazo.
Una de las cosas que se enseña a los estudiantes de derecho es la importancia de recibir a los clientes en un despacho cuidado que transmita una imagen de éxito. Aunque no tenga por qué ser así, de ser recibidos en una sala donde los sillones parezcan viejos o la pintura esté en malas condiciones muchos de nosotros podríamos llegar a poner en tela de juicio el éxito de aquel que nos va a representar.
Si nos cruzamos con un hombre donde toda su indumentaria es cuidada con mimo y exquisitez y al mismo tiempo con tal normalidad que parece haber nacido con toda esa ropa ya puesta seguro que podríamos llegar a pensar que acabamos de encontrarnos con un hombre de éxito.
El errar en nuestra imagen exterior nos obligará a posteriori demostrar que detrás de esa borrosa fotografía inicial se esconde una persona bien diferente. Sin embargo, no se puede olvidar que no siempre se tiene la oportunidad de cambiar lo que nuestra imagen exterior ha transmitido en esa primera instantánea.
Por el contrario, de haber enviado con nuestro atuendo el mensaje adecuado además de hacernos partir en una buena posición también nos da cierta ventaja respecto a nuestros potenciales competidores. Igualmente, siempre resultará más fácil afianzar una buena impresión inicial que no tener que dar la vuelta a una mala.
El ser humano se forma una opinión de los que le rodean en solo cuestión de minutos siendo luego muy difícil que se cambie de parecer. Igualmente, y aunque muchas veces de forma injusta, esa opinión se forma solo en base a la imagen exterior de cada uno. Y es dicha imagen exterior la que hace que, por ejemplo, nos den entrada al local de moda, nos reciba el responsable de un comercio o se nos indique en la calle algo tan sencillo como cómo llegar a esa dirección que no somos capaces de encontrar.
El ser humano se forma una opinión de los que le rodean en solo cuestión de minutos siendo luego muy difícil que se cambie de parecer. Igualmente, y aunque muchas veces de forma injusta, esa opinión se forma solo en base a la imagen exterior de cada uno. Y es dicha imagen exterior la que hace que, por ejemplo, nos den entrada al local de moda, nos reciba el responsable de un comercio o se nos indique en la calle algo tan sencillo como cómo llegar a esa dirección que no somos capaces de encontrar.
Como decía el Conde de Chesterfield: “el estilo es el ropaje del pensamiento; y un pensamiento bien vestido, como un hombre bien vestido, se presenta mejor”.
Vi&Be
Para Oscar Wilde, La única manera de adquirir una elegancia perfecta era teniendo una educación perfecta. Y yo apuntillo .. una educación perfectamente SENCILLA.
ResponderEliminarBelén